Eating for Two
Comiendo por Dos
Palo Magazine – May, 2019
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By Nadine Smet-Weiss, traducción de Ana Villaman
National and local community surveys tell us that parents and youth are uncomfortable talking with each other about sexual health. Some find it so uncomfortable that they completely avoid the conversations, until they can’t.
One situation that can force the conversations is a teen pregnancy – not exactly the easiest starting point. Fear of facing the reality of pregnancy can lead to denial on the part of teens and parents. Denial can translate to teen parents not accessing the health care and support that is so necessary to their health and the health of their baby.
For example, even under the best circumstances being a busy teen can make it challenging to eat well. Social pressures, popular images and fad diets glamorize weight loss. But to maintain their own health and deliver a healthy baby, pregnant teens will have increased nutritional needs that, combined with the growth of the baby, are likely to contribute to weight gain. While weight gain may raise questions the teen is not ready to answer, severe nutrition restrictions are not healthy for any mom or baby. Connecting with a health care provider early in a pregnancy helps the expectant mom to provide the best start for her baby. Developing a diet that has the right combination of nutrients and also fits mom’s lifestyle has the greatest chance of success. Prenatal vitamins, to supplement food intake, can also be prescribed. And if food cost is a factor, the WIC program may be able to help.
Having a conversation with your teen about the responsibilities of parenting, starting with healthy nutrition during pregnancy, may help empower them to postpone pregnancy and plan their future. For more resources and information go to www.berksteensmatter.org or contact us at 610-375-6523.
“Comiendo por Dos”
Las encuestas nacionales y locales de la comunidad nos dicen que los padres y los jóvenes se sienten incómodos al hablar entre ellos sobre la salud sexual. A algunos les resulta tan incómodo que evitan completamente las conversaciones, hasta que no pueden.
Una situación que puede forzar las conversaciones es el embarazo en la adolescencia, no es exactamente el punto de partida más fácil. El temor a enfrentarse a la realidad del embarazo puede llevar a la negación por parte de los adolescentes y los padres. La negación puede traducirse en que los padres adolescentes no tengan acceso a la atención médica y al apoyo que son tan necesarios para su salud y la salud de su bebé.
Por ejemplo, incluso en las mejores circunstancias, ser un adolescente ocupado puede hacer que sea difícil comer bien. Las presiones sociales, las imágenes populares y las dietas de moda que hacen más atractivo la pérdida de peso. Pero para mantener su propia salud y dar a luz a un bebé sano, las adolescentes embarazadas tendrán mayores necesidades nutricionales que, combinadas con el crecimiento del bebé, probablemente contribuyan al aumento de peso. Si bien el aumento de peso puede generar preguntas que la adolescente no está lista para responder, las restricciones nutricionales severas no son saludables para ninguna mamá o bebé. Conectarse con un proveedor de atención médica al inicio del embarazo ayuda a la futura mamá a proporcionar el mejor comienzo para su bebé. Desarrollar una dieta que tenga la combinación correcta de nutrientes y que también se adapte al estilo de vida de la mamá tiene las mayores posibilidades de éxito. También se pueden prescribir vitaminas prenatales, para complementar la ingesta de alimentos. Y si el costo de los alimentos es un factor, el programa WIC podría ayudar.
Tener una conversación con su adolescente sobre las responsabilidades de la crianza de los hijos, comenzando con una nutrición saludable durante el embarazo, puede ayudarlos a posponer el embarazo y planificar su futuro. Para obtener más recursos e información, visite www.berksteensmatter.org o llámanos a 610-375-6523.
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