El Palo – November 2020

Teens and Seniors: a triple win

By Nadine J. Smet-Weiss, Community Liaison    Translation by Ana Villaman, Prevention Specialist

 

One thing I like better than a ‘win-win’ is a ‘win-win-win’ all the way around. A ‘win-win-win’ is what happens when teens and seniors connect. For example, a teen – for whom technology comes almost as naturally as breathing – might be able to help a senior get comfortable with a smartphone, computer or zoom room. A senior, who has lived through many times of cultural change, may be able to offer a hopeful perspective that will inspire a teen to become actively engaged in a current cause. The specific benefits for each teen and each senior can be as varied as the individuals involved because they bring their own unique life experience and perspective to the relationship.

 

But, you might wonder, who is the 3rd winner in this ‘win-win-win’? We are! You, me, all of us! We win because when teens and seniors connect: isolation and loneliness is reduced, sense of purpose often increases, stories and history are kept alive, common understandings and respect can be developed, awareness of our interdependence grows, and the fabric of community is strengthened. And maybe not surprisingly, seniors can often be that “askable adult” a teen turns to for conversations about growth, development and healthy relationships. Some parents fear those conversations, and can be quick to shut them down. Seniors, with many more years of experience, can find it easier to listen while a teen finds their own answers.

 

For much of human history multi-generational households were common and as a result, intergenerational connections came naturally. In the 20th century a movement away from this convention was viewed as a sign of advancement. Now it seems that we, as a society, are coming full circle as we begin to recognize the individual and collective benefits of intergenerational connections. A ‘win-win-win’ for generations to come.   

 

Adolescentes y personas mayores: una triple victoria

Una cosa que me gusta más que un “ganar-ganar” es un “ganar-ganar-ganar” en todos los sentidos. Un ‘ganar-ganar-ganar’ es lo que sucede cuando los adolescentes y las personas mayores se conectan. Por ejemplo, un adolescente – para quien la tecnología es casi tan natural como respirar – podría ayudar a una persona mayor a sentirse cómoda con un teléfono inteligente, una computadora o una sala de zoom. Una persona mayor, que ha vivido muchas épocas de cambio cultural, puede ofrecer una perspectiva esperanzadora que inspire a un adolescente a participar activamente en una causa actual. Los beneficios específicos para cada adolescente y cada adulto mayor pueden ser tan variados como las personas involucradas porque cada uno aportará su propia experiencia de vida y perspectiva a la relación.

 

Pero, podría preguntarse, ¿quién es el tercer ganador en este “ganar-ganar-ganar”? ¡Nosotros! ¡Tú, yo, todos! Ganamos porque cuando los adolescentes y las personas mayores se conectan: el aislamiento y la soledad se reducen, el sentido de propósito a menudo aumenta, las legendas y las historias se mantienen vivas, se pueden desarrollar entendimientos y respeto comunes, crece la conciencia de nuestra interdependencia y se fortalece el tejido de la comunidad. Y tal vez no sea sorprendente que las personas mayores a menudo puedan ser ese “adulto accesible” a un adolescente para conversar sobre crecimiento, desarrollo y relaciones saludables. Algunos padres temen esas conversaciones, y pueden ser rápidos para cerrarlas. Las personas mayores, con muchos más años de experiencia, pueden encontrar más fácil escuchar mientras un adolescente encuentra sus propias respuestas.

 

Durante gran parte de la historia de la humanidad, los hogares multigeneracionales fueron comunes y, como resultado, las conexiones intergeneracionales surgieron de forma natural. En el siglo XX, un alejamiento de esta convención se consideró una señal de avance. Ahora parece que nosotros, como sociedad, estamos cerrando el círculo a medida que comenzamos a reconocer los beneficios individuales y colectivos de las conexiones intergeneracionales. Un ‘ganar-ganar-ganar’ para las generaciones venideras.

 

Translate »